Viernes 24/10/2008
Una de las razones del funcionamiento de la familia musulmana es por su clara estructura, en donde cada miembro de la casa conoce su rol. El Profeta Muhammad, que Alah lo alabe, dijo:
“Cada uno de ustedes es un pastor, y cada uno de ustedes es responsable de su rebaño.” (Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim)
El padre es el pastor de la familia, quien protege, provee, y lucha por ser un modelo y guía a seguir en su capacidad como cabeza de la casa. La madre es la pastora de la casa, protegiéndola y engendrando en ella el buen y amoroso ambiente necesario para una vida familiar feliz y sana. Ella es también la principal responsable de la orientación y educación de los niños. Si no fuese por el hecho de que uno de los padres asume el rol de mando, lo inevitable sería la eterna disputa y pelea, llevando al rompimiento de la familia, lo mismo pasaría en una organización que no tuviese ninguna autoridad. Dice Alah en el coran:
“…Ellas tienen tanto el derecho al buen trato como la obligación de tratar bien a sus maridos. Y los hombres tienen un grado superior [de responsabilidad] al de ellas; y Alah es Poderoso, Sabio…” (Corán 2:228)
Con respecto a los niños, el fruto del amor de sus padres, el Islam tiende extensas morales imponiendo la responsabilidad de los padres y la obediencia de los niños.
“Tu Señor ha ordenado que no adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les digáis: ¡Uf! Y háblales con dulzura y respeto. Trátales con humildad y clemencia, y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron conmigo cuando me educaron siendo pequeño.” (Corán 17:23-24)
Obviamente, si los padres no logran inculcar el temor a Alah en sus niños desde una temprana edad porque ellos mismos son desatentos, no pueden esperar que les devuelvan gratitud moral. Es por esto que una severa advertencia de Alah se encuentra en Su Libro:
“¡Oh, creyentes! Protegeos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras” (Corán 66:6)
Si los padres realmente se esfuerzan por criar a sus hijos en la moral, entonces, como dijo el Profeta:
“Si el hijo de Adám muere, todas sus acciones cesan excepto tres, una caridad continua, el beneficio de un conocimiento y un niño recto que reza por sus padres.” (Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim)
Los hijos son la alegría en nuestras vidas. Son ellos los que producen el calor que vivifica nuestra existencia.
En ellos la vida será mas bella y hermosa y en ellos fundamos nuestras esperanzas y nuestro futuro, para bendición de nuestros hijos Alah nos ha dado el sustento diario y revela sus misericordias con nosotros. Depende de los padres la educación, el desarrollo sano para que sean elementos generosos, buenos, fuertes en la alegría, el amor y en su fe.
El Islam nos ha legado una gran responsabilidad frente a ellos al prepararlos para la vida terrenal y la vida eterna; estos deberes se nos han impuesto desde antes de su nacimiento, cuando nos ha inculcado escoger la madre de nuestros hijos, la cual debería ser una esposa digna de educar nuestra descendencia, una esposa cuya religión y fe, sea la principal estructura, la columna vertebral de la familia.
Una buena madre ha de ser una esposa confiable en la educación de los hijos, en el cuidado del hogar y del esposo.
El Islam, obliga al padre para cuidar y proteger a sus hijos brindándole afecto, amor, cariño, además de proveerles de las necesidades materiales.
Dijo Abu Hurairah que el Profeta Muhammad ( ص ) nos relató que “ hay un grado en el paraíso que no lo alcanzan sino tres personas. Un gobernante justo, una persona que mantiene excelentes relaciones familiares con sus parientes y aquel quien tiene hijos y es paciente para educarlos.
Ibn Mas´ud dijo que el profeta Muhammad ( ص ) dijo: “ En el día del juicio final aparecerá un hombre del pueblo del profeta Muhammad y aunque tenía un bien en el paraíso por sus acciones, Alah le dirá a los ángeles que le permitan entrar; la razón de esto, es que este hombre era misericordioso con su familia.
El Islam nos pidió que eduquemos a nuestros hijos sobre tres principios: Que amen al Islam, que amen a nuestro profeta y que amen las enseñanzas del Sagrado Corán y lo aprendan de memoria.
Ali – que Alah esté complacido con el – dijo, que el Profeta Muhammad ( ص ) dijo: “ Eduquen a sus hijos sobre tres bases: Que amen a su Profeta, que amen a la familia de su Profeta y que aprendan el libro de Su Señor ”.
Quien memoriza el Sagrado Corán y lo tiene en su corazón estará bajo la sombra de Alah, cuando no exista otra sombra excepto la de El.
El Profeta Muhammad ( ص ) nos informó que Alah preguntará a cada ser humano por sus hijos. Verificará si cuidó de ellos o dejó que se perdieran en la vida.Al Hassan mencionó que Alah preguntará a cada pastor por lo que se le había encomendado. Si acaso lo había cuidado o lo había perdido, hasta que el hombre se pregunte por su familia. Si la cuidó será protegido de las severidades del infierno y de cualquier acto que lo conduzca a el.
Alah nos dice en el Sagrado Corán: “ ¡ Creyentes ! protegeos, y a vuestras familias, del fuego cuyo alimento serán los hombres y las piedras. Será gobernado por ángeles poderosos, encargados de castigar a sus habitantes; los tratarán duramente. Reciben sus órdenes de Alah y ejecutan lo que les manda sin perder tiempo”.
Una de las razones del funcionamiento de la familia musulmana es por su clara estructura, en donde cada miembro de la casa conoce su rol. El Profeta Muhammad, que Alah lo alabe, dijo:
“Cada uno de ustedes es un pastor, y cada uno de ustedes es responsable de su rebaño.” (Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim)
El padre es el pastor de la familia, quien protege, provee, y lucha por ser un modelo y guía a seguir en su capacidad como cabeza de la casa. La madre es la pastora de la casa, protegiéndola y engendrando en ella el buen y amoroso ambiente necesario para una vida familiar feliz y sana. Ella es también la principal responsable de la orientación y educación de los niños. Si no fuese por el hecho de que uno de los padres asume el rol de mando, lo inevitable sería la eterna disputa y pelea, llevando al rompimiento de la familia, lo mismo pasaría en una organización que no tuviese ninguna autoridad. Dice Alah en el coran:
“…Ellas tienen tanto el derecho al buen trato como la obligación de tratar bien a sus maridos. Y los hombres tienen un grado superior [de responsabilidad] al de ellas; y Alah es Poderoso, Sabio…” (Corán 2:228)
Con respecto a los niños, el fruto del amor de sus padres, el Islam tiende extensas morales imponiendo la responsabilidad de los padres y la obediencia de los niños.
“Tu Señor ha ordenado que no adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les digáis: ¡Uf! Y háblales con dulzura y respeto. Trátales con humildad y clemencia, y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron conmigo cuando me educaron siendo pequeño.” (Corán 17:23-24)
Obviamente, si los padres no logran inculcar el temor a Alah en sus niños desde una temprana edad porque ellos mismos son desatentos, no pueden esperar que les devuelvan gratitud moral. Es por esto que una severa advertencia de Alah se encuentra en Su Libro:
“¡Oh, creyentes! Protegeos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras” (Corán 66:6)
Si los padres realmente se esfuerzan por criar a sus hijos en la moral, entonces, como dijo el Profeta:
“Si el hijo de Adám muere, todas sus acciones cesan excepto tres, una caridad continua, el beneficio de un conocimiento y un niño recto que reza por sus padres.” (Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim)
Los hijos son la alegría en nuestras vidas. Son ellos los que producen el calor que vivifica nuestra existencia.
En ellos la vida será mas bella y hermosa y en ellos fundamos nuestras esperanzas y nuestro futuro, para bendición de nuestros hijos Alah nos ha dado el sustento diario y revela sus misericordias con nosotros. Depende de los padres la educación, el desarrollo sano para que sean elementos generosos, buenos, fuertes en la alegría, el amor y en su fe.
El Islam nos ha legado una gran responsabilidad frente a ellos al prepararlos para la vida terrenal y la vida eterna; estos deberes se nos han impuesto desde antes de su nacimiento, cuando nos ha inculcado escoger la madre de nuestros hijos, la cual debería ser una esposa digna de educar nuestra descendencia, una esposa cuya religión y fe, sea la principal estructura, la columna vertebral de la familia.
Una buena madre ha de ser una esposa confiable en la educación de los hijos, en el cuidado del hogar y del esposo.
El Islam, obliga al padre para cuidar y proteger a sus hijos brindándole afecto, amor, cariño, además de proveerles de las necesidades materiales.
Dijo Abu Hurairah que el Profeta Muhammad ( ص ) nos relató que “ hay un grado en el paraíso que no lo alcanzan sino tres personas. Un gobernante justo, una persona que mantiene excelentes relaciones familiares con sus parientes y aquel quien tiene hijos y es paciente para educarlos.
Ibn Mas´ud dijo que el profeta Muhammad ( ص ) dijo: “ En el día del juicio final aparecerá un hombre del pueblo del profeta Muhammad y aunque tenía un bien en el paraíso por sus acciones, Alah le dirá a los ángeles que le permitan entrar; la razón de esto, es que este hombre era misericordioso con su familia.
El Islam nos pidió que eduquemos a nuestros hijos sobre tres principios: Que amen al Islam, que amen a nuestro profeta y que amen las enseñanzas del Sagrado Corán y lo aprendan de memoria.
Ali – que Alah esté complacido con el – dijo, que el Profeta Muhammad ( ص ) dijo: “ Eduquen a sus hijos sobre tres bases: Que amen a su Profeta, que amen a la familia de su Profeta y que aprendan el libro de Su Señor ”.
Quien memoriza el Sagrado Corán y lo tiene en su corazón estará bajo la sombra de Alah, cuando no exista otra sombra excepto la de El.
El Profeta Muhammad ( ص ) nos informó que Alah preguntará a cada ser humano por sus hijos. Verificará si cuidó de ellos o dejó que se perdieran en la vida.Al Hassan mencionó que Alah preguntará a cada pastor por lo que se le había encomendado. Si acaso lo había cuidado o lo había perdido, hasta que el hombre se pregunte por su familia. Si la cuidó será protegido de las severidades del infierno y de cualquier acto que lo conduzca a el.
Alah nos dice en el Sagrado Corán: “ ¡ Creyentes ! protegeos, y a vuestras familias, del fuego cuyo alimento serán los hombres y las piedras. Será gobernado por ángeles poderosos, encargados de castigar a sus habitantes; los tratarán duramente. Reciben sus órdenes de Alah y ejecutan lo que les manda sin perder tiempo”.
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